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El
fracking, o fracturación hidráulica, es una técnica que posibilita
la extracción del gas no convencional de la tierra. Dicha técnica
consiste en la perforación del suelo para inyectar a presión una
mezcla artificial que contiene agua, arena y una serie de productos
químicos, que posibilitan romper las rocas y extraer el gas metano
del interior de ellas.
Sin
duda, es una técnica muy contaminante y dañina para el medio
ambiente. Por ello, son muchas las movilizaciones que han surgido
tras los permisos de investigación firmados por el gobierno. Estados
Unidos es uno de los países que más tiempo lleva empleando el
fracking, a pesar de las quejas de sus ciudadanos y de los grupos
ambientalistas.
Si
nos fijamos, existen otras muchas formas de conseguir energía de
manera ecológica, como el uso de las energías renovables -la
hidráulica, la eólica o la solar-. Sin embargo, el ser humano se
empeña en destruir el planeta por ahorrarse una serie de gastos, que
a largo plazo, serán beneficiosos para el planeta.
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