Enlace Noticia 11.
La Unión Europea se creó con la finalidad de ser una comunidad
política y económica que velase por la seguridad e integridad de
todos los países miembros. Para fijar aun más los lazos, en lo que
respecta a la unidad económica, se creó el euro, aceptado por la
gran mayoría de países integrantes. A su vez, se consolidó el
Banco Central Europeo, encargado de gestionar y controlar la moneda
de la comunidad.
Desde que llegó la crisis económica, la única en la existencia de
la comunidad, surgieron las complicaciones, y fue a raíz de este
momento, cuando los intereses de los países con mayor poder, dentro
de la unión, afloraron. Alemania, liderada por Angela Merkel, es uno
de los países con mayor peso dentro de Europa -y del mundo-, y por
ende, tiene una mayor potestad para decidir el tipo de políticas que
se llevan a cabo en la Unión Europea.
A los países, denominados despectivamente como PIGS -Portugal,
Italia, Grecia y España-, se les ha acusado de haber gestionado mal
el dinero, ya sea por la corrupción o por llevar un etilo de vida
superior al de sus posibilidades. Por ello, la austeridad y los
recortes se han convertido en las exigencias favoritas de la Unión
para los países en estado crítico. A su vez, la comunidad ha
ofrecido el rescate económico de los países más afectados, como
ayuda para solventar la crisis. Sin embargo, estos “créditos”
están infectados y cuentan con una serie de intereses desorbitados,
los cuales endeudarían, casi de por vida, a los países que lo
soliciten.
Chipre se ha negado a aceptar el rescate, a pesar de que su situación
es crítica. Por ello, la Unión Europea le ha amenazado con echarle
de la comunidad, lo que conllevaría a expulsarle del euro. Esto
sería catastrófico para la economía del país. De este modo, las
naciones con problemas económicos se encuentran atadas de pies y
manos ya que, por un lado, si aceptan el rescate deberán pagar
intereses muy altos, y por otro lado, si no aceptan el rescate,
estarán condenados a salir del euro. Estas son algunas de las
trampas que nos impone el sistema capitalista.